Hoy me desperté con Sigur Rós en la cabeza, desde ese mismo instante sabía que hoy iba a ser mi día.
Sigur Rós para quien no lo conozcáis es un grupo Islandés con bastantes discos ya en el mercado y hacen una música muy poco entendida por la gran masa "mainstream" pero yo tengo que reconocer que desde que escuché una canción suya por primera vez, "Hopipolla" me cautivaron. He hecho multitud de alusiones a su música en este blog, como la entrada sobre el amor que escribí de esta canción: La Danza del amor.
No voy a escribir sobre Sigur Rós, no soy un crítico musical, de hecho estoy seguro que no sería capaz de describir acertadamente ni su música ni su estilo, por lo que mejor no me meto en esos jardines.
Hoy os voy escribo, por la importancia de "dejarse estar", si, puede sonar raro, pero desde que empecé a escribir sobre "El síndrome de cerrar agenda en Madrid" (aún no he publicado esa entrada), son muchas las ideas que rondan mi cabeza y quien me conocéis, muchas idas, vueltas y autoexploración. Inmerso en ese proceso de reflexión hoy era uno de esos días que me reservo para mí, justamente en esta semana santa he tenido dos días para mí, sí, en una ciudad como Madrid, con los millones de planes y opciones para salir y entretenerse, un chico de 33 años, soltero y homosexual viviendo en un barrio como Malasaña (me describo, porque creo que es importante entender desde donde parte mi reflexión) valora que 2 de los 4 días festivos van a ser para "dejarse estar".
Dejarse estar significa despejar la mente, reposar el cuerpo, rebajar el nivel de autoexigencia y de exigencia con los demás, deshacerte de las expectativas y simplemente estar. Esta mañana, me desperté con esta canción en la cabeza (Sigur Rós - Gobbledigook), aunque la canción no tiene nada que ver con la reflexión, sí que es importante remarcar que cuando la melodía de Sigur Rós me atrapa desde tan temprano, no me puedo deshacer de ella hasta que saco lo que la misma mueve dentro de mí, y esta es la prueba.
Dedicar un día o los que quieras a escucharte, a leer y reflexionar, a meditar y pensar solo en tí, es un ejercicio muy necesario para mantener el equilibrio, sí, puede dar miedo y tal vez, si no lo haces convencido/a, puedes tener cierta sensación de frustración sabiendo que todo el mundo está por ahí tomando el sol, bebiendo cerveza y compartiendo buenos momentos con sus amigos ya sea en la ciudad o en el campo. Recuerda que tu también los vives, no eres peor que nadie por no proyectar una vida pública perfecta y frenética en RRSS (hay personas que me agotan sólo de ver todo lo que publican que hacen). Os voy a contar una cosa para que entendáis hasta que punto hoy para mí está siendo un buen día.
Este viernes pasado, antes de ayer, fue uno de esos días "perfectos" (venía de un jueves de "dejarme estar") por lo que me desperté con mucha energía, fui al gimnasio y me hice sin tener previsto dos clases seguidas con mi monitora preferida Bea, así se llama, es de esas personas que sin quererlo te transmiten una energía y unas ganas de disfrutar sólo con su mirada, aunque en este caso también le acompaña una personalidad extraordinaria. Pues eso, después de mis dos clases de "gym", quedé con mis amigos para comer y ya enlazar por la tarde en nuestro sitio favorito de Chueca para bebernos unas copas. Me lo pasé genial, risas, bailes (en el taburete), travestis que te alegran la existencia y hasta ahí la parte que puedo contar (guiño guiño).
Hoy sin embargo me desperté y tenía claro que todo lo que hiciera durante el día iba a ser sólo para mí, me enchufé la música, salí a comprarme un pan rico para hacerme el desayuno, caminé hasta una panadería que tenía muchas ganas de probar y acerté, el pan estaba riquísimo. Desayuné y encendí las velas de vainilla que tengo por mi casa y me puse a leer y un poco mas tarde a hacer meditación. Luego me cociné pollo asado (que previamente había dejado marinado anoche) y después de comer seguí leyendo, hasta que empecé a escribir esta entrada acompañado de un café descafeinado con leche.De ambos días, he subido una "Storie" a Instagram y ambos días para mí han sido perfectos, aunque este segundo para muchos sea, quedarse en casa. Hay muchas formas de quedarse en casa, y aunque no tengo duda de que tengo los mejores amigos del mundo (aquí en Madrid y fuera), tampoco niego que muchos días soy mi mejor compañía y que me necesito para colocar las cosas en su sitio (y no sólo me refiero a ordenar la casa jejeje).
En definitiva, "queda contigo mismo/a", escúchate, estimúlate como prefieras y "dejate estar" sin más, para mí puede ser igual de terapéutico que una comida con amigos/as, por supuesto, salvando las distancias (y dependiendo del momento). No tengas miedo a estar solo/a, aunque esto no significa, tengo que aclarar, quedarte en casa todo el día viendo series. Deja que tu cabeza fluya, que tus emociones salgan, como tú prefieras: corre, baila, canta, lee o medita, pero hazlo con y por tí.
Un abrazo y como siempre os leo en vuestras reflexiones que me compartís.
Feliz domingo
Cuanta razón! Y que importante es poder decir tranquilamente "hoy no voy que me quiero quedar en casa", que parece que no está muy bien aceptado que no te apetezca quedar porque ya has quedado contigo, es como que si no puedes tienes que excusarte con las mil cosas que "tienes" que hacer. Yo descubrí lo que me gustaban esos días trabajando en hostelería (algo bueno tenía que tener), porque tenía los lunes libres, y todo el mundo estaba modo lunes, por lo que tenía pocos planes que hacer. Y cómo empecé a disfrutar esos lunes conmigo! Desde entonces intento buscar esos días para mí. Que importantes son!
ResponderEliminarUn besico!