Entre Eros y Ares: amor, sexualidad y relaciones de pareja

 Un domingo más, aquí estoy en casa, tapado con una manta, escribiendo y suena "Turn me on" de Norah Jones. A veces la música parece mágia, escucho la canción, siento la letra y no podría describir mejor mi sensación actual y lo que siento en días como hoy. Pienso en el amor, en lo que para mí significa y cómo yo lo siento. El amor es esa conexión casi mágica que se da con una persona en un momento preciso de tu vida y es ese, el momento, tal vez más determinante que la propia persona en sí.  Estoy totalmente convencido de que si las personas de las que me he enamorado me las hubiera encontrado en otros momentos de mi vida, tal vez no me habría enamorado o no de esa manera. Pero ahí está "el momento", ese preciso momento en el que aún no siendo el mejor, aparece la persona que se cuela muy dentro de ti y te cambia toda tu vida. Ese preciso momento llega para las dos personas, tanto si esperaban el amor como si era lo último que necesitaban en su vida, llega y punto.

Echo de menos esa sensación donde fantaseaba con un amor intenso, vivo, que me arrastrara, me quitara el sueño y no me dejara concentrarme en el trabajo.  ¿Creéis que los amores jóvenes son los más intensos por la ignorancia de que no van a ser eternos?  La verdad es que si recordamos nuestro primer amor, seguramente tengamos en común muchos símbolos, ideas y etiquetas a momentos y emociones que habíamos aprendido e interiorizado del mundo del cine, de las canciones, etc...a veces siento pena al recordarme con esa inocencia con la que me enamoré la primera vez, pobre de mí, no tenía ni idea de los palos que iba a recibir. Pero por otro lado, también echo en falta esa pureza al sentir, esa apertura a lo nuevo, a fantasear libremente con lo que te está sucediendo. Si hay una sensación que nunca olvidaré y que aún recuerdo, es la primera vez que me cogió de la mano ese primer amor. Tal vez no vuelva a sentir eso porque no está de moda enamorarse, impera el individualismo, la satisfacción

Segundo episodio de Reflexiones anónimas, en esta ocasión la carta ha invertido su sentido y la he recibido yo, en vez de enviarla. Para mí, la persona que escribe simboliza muchas cosas, es un torbellino de energía, una niña que tiene tanto amor que a veces lo regala a quien no se lo pide y por ende tampoco se lo valora. Luego estamos los que desde el primer minuto que la conocimos nos quedamos enganchados a ella...y desde entonces, que ya se cuentan algunos años, no la hemos perdido de vista. Me pareció super interesante el contenido de esta carta, aunque en parte, ya había hablado de ello anteriormente, el poder tratarlo desde una experiencia personal y concreta hace que todos/as por un momento nos sintamos ella. Espero que os guste y que como siempre os pido me hagáis llegar vuestras opiniones, me ayudan mucho a seguir. Abrazos Domingo 13 septiembre, 17:17 Ho la ¿cómo estás?, hace días que deseaba escribirte, pero entre las horas que le dedico al  trabajo , las horas que "inte