Han pasado 16 semanas desde mi última publicación en este blog. Dieciséis semanas en las que creíamos que acababa un año fatídico para todos/as, estuve cara a cara con el covid y he sufrido una pérdida irreparable en mi vida. Os digo esto, porque en cierta forma todos/as creemos que somos dueños/as de nuestra vida y experiencias, pero no es así. Hoy estoy aquí tomandome un té y escribiendo relajadamente y mañana todo puede pegar un vuelco que tire por tierra todas mis ilusiones, expectativas y planes que tenía reservados. Hoy os traigo una entrada que tenía pendiente para el mes de diciembre, pero como os he contado, la vida me tenía preparados otros planes. Os dejo la carta de ese mes, tal vez esta persona sea la que más me ha salvado en estos últimos años. Ella me pone en mi sitio y me saca de mis casillas, me acompaña en mis mejores momentos y los disfruta conmigo, también se baja a mi cueva en los peores sin tener que hacer señales de humo para que se entere. Está en la línea de e