Dentro de mi proceso de revisión de antiguas reflexiones,
hoy me he topado con esta entrada Un adiós para crecer, fijaros lo que es la memoria sensorial,
al volver a escuchar una canción de Sigur Rós, grupo que fue mi música de
cabecera para escribir o pensar, me ha traído a la mente esa entrada, a la cual
puse como broche una canción de ellos.
Aunque no cambiaría una coma de esa entrada, sí que estoy trabajando cada día más la idea del desapego al menos de una manera simbólica. Cada día estoy más convencido de que la mayoría de lo que tenemos en nuestra vida es temporal. Todo final le da sentido a un principio y todo principio tiene un mayor valor porque antes vivimos un final. Vivimos con la certeza de que vamos a morir y eso nos hace ser conscientes del paso del tiempo y de que un día todo acabará, para siempre. Por esto, conforme vas avanzando en las distintas etapas vitales, eres más consciente de lo grandioso de la vida, de la importancia de vivir en el presente, de respetar y aprender del pasado y de estar abiertos a un futuro que nos abrace y que también nos revuelque.
Que algo sea temporal, no significa que sea efímero. Temporal también es 30 años, 50 años o 1 semana…el caso es que todo acaba y la vida tal cual la conocemos hoy, mañana ya no será igual, sólo tiene que producirse un mínimo acontecimiento para que todo sea distinto. Parece que el 2020 está empeñado en demostrárnoslo.
Si desde niños nos familiarizaran con las despedidas, con los finales y con que todo en esta vida puede (y debe) acabar, seríamos seres mucho más conscientes de lo que tenemos, viviríamos más el momento, amaríamos con más fuerza a las personas que están a nuestro lado y agradeceríamos lo que tenemos y lo que hemos tenido, porque todo en nuestra vida, nos ha dejado huella.
Con esta reflexión no quiero endulzar los malos momentos, en absoluto, los odio. Lo escribe uno, que se puede sentir un afortunado, porque hasta hoy día no ha sufrido grandes golpes (aunque a cada uno nos duele lo nuestro, claro está). Lo que quiero decir con esto y lo hilo con la entrada a la que hago mención es que, a pesar de vivir un final (no estoy hablando de muertes, estas son irreparables) siempre llega algo nuevo, a veces hay que decir adiós para crecer y si miramos con perspectiva de años, algunos finales que en su momento fueron duros, descubriremos que después de ellos (o gracias a ellos) somos hoy quien somos y vivimos experiencias que jamás pensamos.
Aquí os dejo, espero y deseo que como siempre me hagáis llegar vuestra reflexión al respecto por la vía que prefiráis: Instagram @entreerosyares, Página de Facebook: Entre Eros y Ares: Amor, sexualidad yrelaciones de pareja o por los comentarios de aquí abajo.
Un abrazo y espero que os haya gustado
Imagen de Silviarita en Pixabay
Hola! Me identifico mucho en tus palabras, cuando estamos preparados para ir aceptando esos revolcones es el mejor momento para ponernos de nuevo en funcionamiento, y aun siendo en ocasiones momentos muy duros, sin duda nos transforman y nos hacen ser consciente que donde más vivos estamos es en el presente y no debemos de dejar nunca de agradecer a los demás y agradecernos a nosotros mismos. Gracias por compartir reflexiones tan bonitas, felicidades!
ResponderEliminarMuchas gracias Cristina por tu reflexión! Efectivamente a veces ese "revolcón" es el que más nos ubica en el presente ayudándonos a centrarnos en el autocuidado, en escucharnos y en pararnos a pensar qué es lo que queremos de ahí en adelante. Nos leemos por aquí :)
EliminarGracias por todo! Un placer leerte. De siempre llevo conmigo la frase ' dejarse llevar suena demasiado bien..." Hasta que te topas con lo que jamás habías imaginado,rompes tu identidad como persona, rompes con la personalidad que siempre a una le ha caracterizado y te metes en una cueva donde es muy difícil salir. Hasta que una de las dos personas deja de agarrar la mano. Duele ,duele mucho ...pero el tiempo pone todo en su sitio y llegará el momento que después de tantas lágrimas agradecerás a esa mano que te soltó. Tiempo , que bonito nombre tienes.
ResponderEliminarVetusta Morla suena muy bien y dejarse llevar también ;) mientras seas consciente de que lo estás haciendo...a veces el dejarse llevar también nos mete en muchos jardines de los que luego tenemos que emplear todas nuestras energías para salir...por lo que...dejarse llevar, si, pero no cierres del todo los ojos. Muchas gracias María por tu comentario y compartirlo conmigo. Nos leemos por aquí :)
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