El que las consultas de los mediadores familiares o terapeutas de
pareja se colapsen tras la época estival no es casualidad, y es que tras el
verano, son muchas las parejas que no soportan la presión y deciden romper ese
vínculo.
Durante todo el
año, las discusiones, en mayor o menor intensidad, van aportando una gotita más
al vaso de nuestra paciencia, esta tensión sólo se ve aliviada con el día a
día, los ritmos frenéticos de trabajo que si algo bueno tienen es que nos
permiten desconectar de una vida, que quizás no es lo satisfactoria que nos
gustaría.
Una señal
inescrutable de esto es pasar horas y horas en el trabajo con tal de no llegar
a casa, excusarnos en la carga laboral para no compartir una comida con nuestra
pareja, una cena o tener la esa conversación incomoda que tenemos
pendiente.
La única forma de
verle el lado positivo a esta situación, y poniéndole un poco de humor al
asunto, es que trabajes en una empresa donde te remuneran las horas extras, y a
costa de tu mala relación de pareja, aumentes los ceros de tu cuenta bancaria.
De lo contrario, serás un trabajador despechado con su vida, que tanto gustan a
los jefes, por lo barato que les sales.
¿Por qué en
verano? La solución es muy sencilla, si estamos acostumbrados a evadirnos
de los problemas refugiándonos en otras actividades como hemos visto antes. En
vacaciones esta evitación no es posible ya que pasamos día a día, hora tras
hora con nuestra pareja, es fácil que suceda como en gran hermano ¡ Que todo se magnifica ! y es cuando empiezan a aparecer
todas las tensiones y rencillas no resueltas, pero esta vez, no podemos irnos y
dejarlas para otro día. Si además le añadimos que estamos de viaje, ese viaje
que nos ha costado los ahorros del año, y que en vez de disfrutarlo como fantaseábamos,
se está convirtiendo en un infierno, aumenta mucho más nuestra frustración y
pesimismo. Hay que ver lo importante que es irse de vacaciones ¡con los deberes hechos!
Las parejas están
en continua evolución, tener crisis de pareja es algo natural y vital en todas
las relaciones, lo importante es saber afrontarlas con una actitud positiva,
constructiva y por qué no, creativa. A continuación te ofrezco 5 Tips para
gestionar mejor las crisis o discusiones de pareja:
1-. Hablar si,
comunicarse MEJOR
Ya sé que a tod@s
nos gusta mucho hablar, exponer nuestros puntos de vista, nuestras
necesidades...si si...pero lo importante en una crisis de pareja es lograr una
buena Comunicación,
favoreciendo un intercambio de información con nuestra pareja, asegurándonos
que comprende lo que queremos decirle, escuchando (no oyendo) lo que nuestra
pareja nos quiere decir, y en la medida de nuestras habilidades, enfocando
nuestro discurso en positivo. Hablar por hablar, lo único que conseguirá será
conversaciones interminables, agotadoras y frustrantes en un sentido económico
del tiempo, ya que habremos
invertido tiempo y esfuerzo que no se ha traducido en SOLUCIONES.
2-. Aprender a DISCUTIR
Estamos
acostumbrad@s a los programas de televisión y películas, donde se ven
discusiones agresivas, subidas de tono, incluso hirientes. Todo estos
aprendizajes, si los replicamos, dificultan que podamos encontrar una solución
a nuestro problema, no se trata de ganar un combate, ya que nuestra pareja NO es nuestra
enemiga. Es importante
comprender que las discusiones bien resueltas deben proporcionar beneficios a
ambos. Una resolución de conflictos adecuada es la de "yo GANO y tú
GANAS", utilizada en los procesos de mediación familiar. Si
captamos el concepto, poco a poco iremos cambiando el discurso en nuestras
discusiones, acercándonos a buscar soluciones más que a exponer problemas.
3-. Reproches, NO GRACIAS
No hay nada que
dañe más una relación de pareja que un reproche. Si estamos demasiado enfadad@s
como para tener una conversación productiva en ese momento, lo mejor es darte
un paseo, posponer la discusión para otro momento, ¡pruébalo, no pasa nada! La premura por discutir y hablar las
cosas, en la mayoría de los casos, nos lleva discusiones muy tensas y
soluciones poco consensuadas y por ende inestables.
4-. Hablar para
construir, no para DESTRUIR
Sé valiente, es el
momento de decirle a tu pareja lo que piensas, cómo te has sentido por ese
hecho que estáis discutiendo, ¡propón soluciones!. No tengas miedo a sacar
temas que te parezcan complicados, con un buen manejo de los mismos, se puede
hablar de todo. Lo importante es no ir creando hostilidades encubiertas hacia
tu pareja, que van generando rabia y tensiones y que nos hacen explotar en los
momentos menos indicados. Cada vez son más las parejas que necesitan establecer
sus propias normas respecto a la sexualidad, fidelidad, convivencia, estilos de
vida, etc... NO tengáis miedo de hacerlo, las
normas de la pareja, las establece CADA PAREJA.
5-. Cuidado con
los ULTIMÁTUM
Si eres de l@s que
conmigo o sin mí, tienes un grave problema. Los ultimátum normalmente no son
buenos en ningún ámbito de la vida, pero en las relaciones de pareja mucho
menos. Introducir amenazas o ultimátum en las discusiones tiene un efecto
nocivo para ambas partes y en algunos casos se
pueden volver en tu contra si
has utilizado una amenaza para amedrentar a tu pareja y esta te toma la
palabra. Amenazar con romper la relación como arma para que tu pareja
"espabile" y se ponga las pilas (que según tú, hasta ahora no lo ha
hecho) puede suponer que te tome la palabra y realmente se rompa la relación, y
es que si tu intención real no
es abandonar a tu pareja, no la amenaces con ello.
En definitiva,
son pequeños consejos que pueden hacerte más llevadera esta etapa en la que
muchas relaciones que al igual que nuestra piel, han sufrido el desgaste del
verano y necesitan de unos cuidados especiales. Ante todo, mantén la calma y
ante la dificultad, busca ayuda.
muy buena informacion Existen personas que no te quieren perder y para mi esas son las personas que hay que valorar las demas no valen la pena si no suman hay que dejarlas atras
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