Si hablamos de sexo, sin lugas a dudas, tenemos que hablar de las diferencias de género existentes entre la sexualidad masculina y femenina.
En este caso, hablaremos de la relación de los hombres con el sexo, ya que la reafirmación de la identidad de género masculina, está muy marcada por la consecución exitosa de la tarea sexual.
¿Qué significa esto? Ni más ni menos, que cualquier "fallo" en el desempeño del papel masculino en la sexualidad (pérdida de la erección o ausencia de erección), es experimentado e interiorizado por la generalidad de los hombres como pérdida de hombría, provocando grandes inseguridades, humillación, verguenza y desesperación.
Es por ello, que aunque es difícil que algun varón lo verbalice, son muchos los miedos que en un momento u otro afloran por su cabeza. Para la mayoría de ellas la solución es sencilla, simplemente acudiendo a consulta de sexología. Hoy voy a desvelar algunos de ellos:
1) Miedo a llegar demasiado pronto.
Fácilmente abordable con un poquito de pedagogía sexual, en la que se revisaría el propio concepto que se tiene sobre la duración ideal de una relación sexual. En la consulta de sexología explicaríamos la Respuesta Sexual Humana, y analizaríamos las prácticas sexuales más habituales, con el fin de fomentar una vivencia de la sexualidad más global. Este miedo se corresponde a la Eyaculación precoz masculina. Esta disfunción sexual, en algunos varones requie tratamiento farmacologico (a valorar por el médico de familia/urólogo). Si bien es cierto que la mayoría de las ocasiones no está indicado, al ser una disfunción provocada por las creencias erróneas, desinformación sexual, o desajuste sexual con una pareja. Su aparición puede estar asociada al cambio de pareja, o que sólo se presente con parejas esporádicas. A través de la terapia sexual, se irán proponiendo algunas sencillas y educativas técnicas, además de ejercicios que favoreceran la desaparición de esta tan angustiosa disfunción
2) Miedo a perder la erección.
Normalmente, este miedo suele aparecer tras sufrir el coloquialmente denominado "gatillazo". Es entonces, cuando el hombre entra en un círculo vicioso, que a muchos les lleva a perder la seguridad en sí mismos en cuanto a su "éxito" en las relaciones sexuales. Ante la presencia de una disfunción eréctil prolongada en el tiempo, sería recomendable descartar la existencia de causas orgánicas tales como la Diabetes Mellitus, Hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, toma de fármacos, etc. Si no se presentan causas orgánicas, estaremos hablando de una etiología psicógena o social, en estos casos el tratamiento en consulta sexual suele ser bastante exitoso, ya que se dota a la persona (o pareja) de conocimientos, nuevos hábitos sexuales, ejercicios de crecimiento erótico y sexual, que conlleva un aumento de la seguridad del varón, y un mayor y más pleno disfrute de las relaciones sexuales.
3) Tamaño del pene.
El tamaño importa, sí, esto es una afirmación rotunda, pero con el matiz de "depende de para qué o para quien". La visión de un pene de grandes dimensiones puede provocar efectos totalmente contrarios dependiendo de la persona que se posicione enfrente. A algunas personas les excita y erotiza mucho la imagen de penes grandes, a otras por el contrario las aterroriza.
Por lo que evita comparaciones, céntrate en tus potencialidades y en mejorar tu vida sexual, sea cual sea el tamaño del pene con el que la naturaleza te ha premiado.
4) Frecuencia de la masturbación.
En este caso, sería conveniente distinguir entre la frecuencia masturbatoria normal para la persona, o si por el contrario nos encontramos ante una masturbación compulsiva. En este último caso, no está controlada por la persona, interfiriendo y afectando las actividades de la vida diaria, por tanto tendría que ser tratada por un profesional de la psicología.
5) Relación del condón con la disfunción eréctil.
De todos es conocido el mito de que "con el condón se pierde la erección", pero eso, ¡¡Es un mito!!. El disponer de información adecuada sobre su uso, y sobre todo y lo más importante, erotizar su colocación evitará que se convierta en nuestro enemigo.
Como habréis podido observar, el abordaje de estos miedos, que pueden provocar algunas disfunciones sexuales, tienen su tratamiento en el autoconocimiento, la pedagogía y la sexual, desde la perspectiva de género.
Para ello, es muy importante, que si te reconoces en alguna de estas situaciones, ¡¡Consultes sin miedo a profesionales especializados en sexología!!.
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Bibliografía consultada: Semergen Doc. Documentos Clínicos
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