A través de esta pregunta inicio esta entrada que comparto con todos y todas vosotras, y el hecho de plantearme esta pregunta no es porque esté re-planteándome el futuro o el sentido de este blog, aunque si he de confesar que en pasadas semanas ha sido algo que me he estado planteando y que a continuación os voy a hablar de ello.
La verdad que he tenido que volver a leer la primera entrada en la que recordando los sentimientos que me lanzaron a publicar todos esas inquietudes que tenía sobre el mundo de las emociones y sentimientos, sobre esa esfera tan importante (y desconocida a la vez) como es la de las vinculaciones y desvinculaciones amorosas, descubriendo que lo que en un principio era "publicar lo escrito", se está convirtiendo en "escribir para publicar" y la verdad que esa sensación es tan oprimente que impide que disfrute de lo que estoy haciendo y eso es algo que no entra dentro de mis posibilidades.
Esta semana una compañera, amiga y "mi coach personal y profesional",se llama Yolanda y me hizo reflexionar sobre algo muy importante aplicado a todos estos proyectos en los que estoy embarcado y que dado el consumo de tiempo que producen semanalmente me planteaba el que si quiero dar continuidad a un proyecto tendría que acotar y dedicar el tiempo justo que ese proyecto merece y necesita para seguir a flote y valorar qué estoy dejando de hacer por realizar el mismo. Aunque en realidad la intención de esta reflexión estaba orientada a temas laborales, yo soy una persona que normalmente (siempre que el agotamiento mental me lo permita) al final de cada día hago un repaso de todas esas cosas que he escuchado, he observado o que quizás he leído en algún lugar, y de alguna manera "proceso" toda esa información que para mí ha sido relevante. Cierto es, que una conversación con Yolanda puede llegar a ser tan rica que casi dan ganas de grabarla para poder volver a escucharla una y otra vez, como quien lee un libro por segunda vez y descubre cosas que en la primera lectura no se había percatado.
Como decía, al volver a recordad esta conversación, y sobretodo esa reflexión, rápidamente la extrapolé al mundo de las vinculaciones amorosas, y muchas preguntas me vinieron rápidamente a la cabeza:
¿Realmente dedicamos el tiempo y el espacio que se merece nuestra relación amorosa en nuestra vida?
¿Cuantas relaciones acaban simplemente porque no hemos sido capaces de darle el lugar y el espacio que necesitan?
¿Por qué sí tenemos conciencia de que si queremos que un proyecto salga adelante tenemos que trabajarlo, ser constantes, ser pacientes, y dedicarnos casi en "cuerpo y alma al mismo", pero si hablamos de nuestras relaciones amorosas esto se nos olvida?
Y no me refiero a "cuanto más duele más verdadero es", ni "el amor cuanto más cuesta mayor será la recompensa" ya que este tipo de pensamientos puede dar lugar a relaciones dominadas por la desigualdad o que encierren actitudes contrarias a la libertad y el amor puro.
Me refiero a que, ¿cómo puede ser que una esfera tan importante y tan desestabilizante (si va mal) en nuestro día a día, como es nuestra vida amorosa/afectiva, le dedicamos tan poco espacio, tiempo y energía?. En muchos casos el ver a nuestra pareja se convierte en "la última opción" que llega cuando acabo todas las otras tareas tan importantes en mi vida. En ese caso creo que debemos de plantearnos lo que decía Yolanda, "Si quieres darle continuidad (un futuro) tienes que valorar el tiempo que le vas a dedicar, y que eso sea sostenible en el tiempo", ya sea por exceso o por déficit de tiempo muchos proyectos vitales pueden irse al traste, al igual que no es sostenible que dedique todo mi tiempo libre a algo con lo que me acabo de ilusionar, ya que previsiblemente irá disminuyendo esa ilusión, o directamente el resto de cosas que al principio he dejado de hacer para dedicarme al 100% a ese proyecto reclamen su espacio, tampoco es sostenible el no dedicar un tiempo y un espacio adecuado a algo que "se supone" que quiero que funcione y que perdure en el tiempo como puede ser mi relación de pareja.
Me gustaría dejaros esa reflexión, para que todos y todas pensemos un poquito a qué le dedicamos nuestro tiempo y si tiene coherencia lo que realmente quiero con lo que realmente estoy haciendo.
Para alguien como yo, que para mí el tiempo es algo muy importante, valoro mucho el tiempo que se me dedica en todos los ámbitos de mi vida, y en base a eso, me siento más o menos querido, más o menos valorado, ya que como yo siempre digo, "lo más generoso que puede ofrecer una persona, es su tiempo"
"Tú eres dueño/a de tu tiempo, sé consciente de la riqueza que tienes al poseerlo, pero piensa en qué lo estas invirtiendo, ya que como todo en esta vida, al final, se acaba"
Puedes escuchar el programa pinchando en el reproductor:
Abrazos
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Ahora te toca reflexionar a ti, ¿me lo cuentas?