Ir al contenido principal

Eros el Salvador

En esta entrada quiero hablaros de algo que vengo observando desde hace mucho tiempo en parejas, no he encontrado mucho escrito sobre esto, pero sí varias alusiones a este rol que adoptamos en muchas ocasiones y que no sólo no nos beneficia, sino que en muchos casos nos puede poner en una situación de desigualdad o desventaja frente a otra persona, pudiendo propiciar en algunos casos situaciones de malos tratos.

Y es que a veces, sentimos que nuestra “obra social particular” la tenemos que realizar con nuestra pareja, ¿motivos? Los que queráis, a continuación os dejo algunos:

  “Es que tiene muchos problemas en el trabajo, por eso tengo que ayudarle” esto generaría la siguiente emoción: ME SIENTO CULPABLE SI NO LO HAGO, TENGO QUE HACERLO POR ÉL.

          “Desde que está conmigo no consume (tanto), si lo dejo caerá de nuevo” Emoción: ME SENTIRÍA CULPABLE SI LO DEJO Y VUELVE A CAER.

        “Cómo lo voy a dejar, si no tiene a nadie más, se ha quedado solo/a” Emoción: NO PUEDO ABANDONARLO, NO SE MERECE QUE LO DEJE SOLO, AUNQUE ME HAGA DAÑO.

        “Es una persona que le cuesta mucho demostrar lo que siente, yo lo entiendo, le han hecho mucho daño” Emoción: YO SE QUE EN EL FONDO ME QUIERE, PERO ÉL ES ASÍ.

Este tipo de frases se pueden oír de personas que estén asumiendo lo que yo llamo “rol del salvador”, y este rol consiste en eso, en justificar tu dedicación a tu pareja para “salvarla” de una situación, de unas circunstancias, en las que en la mayoría de los casos se ha metido aun sabiendo las consecuencias, o que pudiendo cambiar o mejorar su situación, no lo hace. De esta manera EROS “el salvador” acaba asumiendo casi parte de esa responsabilidad y esa culpa, aun no teniendo nada que ver en ello.

La tradición judeocristiana tiene también mucho que ver en esto, ya que llevamos inoculado el “gen” culpabilizador y sacrificador, entendiendo como el sacrificio cuanto más grande, mayor recompensa tendremos (una vez muertos), y la culpa…en la mayoría de las ocasiones (por no decir en todas) en las que la sentimos  es erróneamente.

Este tipo de relaciones son muy tóxicas y sin lugar a duda, generan dependencia tanto del sobrecuidador/protector/a como del sobrecuidado/protegido/a y como de cualquier dependencia o adicción, la desvinculación debe ser progresiva, ya que el síndrome de abstinencia en estos casos puede generar situaciones de conflicto incluso de violencia o malos tratos ("ya no me quieres como antes","ya no me ayudas", "no haces nada por mi").

Para no cansaros mucho (que os quejáis de que las entradas son largas), lo voy a dejar aquí, pero os animo a que escuchéis el Programa Miércoles 06 de Noviembre, donde hemos podido hablar del tema en profundidad. Espero que os guste, y como siempre me hagáis llegar vuestras impresiones que siempre me ayudan mucho.


Abrazos


Comentarios

Entradas populares de este blog

La disociación del ser y querer

Parece que el mundo de las relaciones cada día se polariza más: o buscas novio o buscas follar. Bueno, también se da los que buscan novio follando o los que follan y acaban emparejados, pero estaréis conmigo que las incongruencias la mayoría de las veces no salen bien. ¿Y qué pasa si estás harto de ambas cosas? Harto de los chats y las conversaciones por WhatsApp interminables, los interrogatorios que acaban bruscamente tras dar una respuesta que no conviene a tu entrevistador, envío de fotos "mostrando lo mejor de ti"...no sé. ¿Cómo podemos volver a ser humanos, seres sociales, que se comunican verbal, no verbal, afectiva y sexualmente? No hablo de volver a los tiempos de Romeo y Julieta, por supuesto que no, pero bajarnos de ese tren de superficialidad en el que nos han montado las apps y redes sociales. Hemos desterrado el modelo antiguo de seducción, de ir conquistando a tu pareja poco a poco (o en una noche) por el de pasar una "entrevista" online e ir directam

Lo que necesitas es amor (o "casito")

 Si, cómo oyes...más allá del recuerdo de ese famoso programa del año 99, esta frase está más vigente que nunca en nuestras vidas. Hace mucho tiempo que vengo intentando encontrar una explicación al fenómeno Instagram y a toda esa gente que se desvive por estar presente en nuestras vidas...cuanto más presente mejor, cuanto más feliz mejor y cuántas más cosas especiales (o no) pueda transmitir mejor. Todos en verano subimos fotos en la playa como si fuéramos los únicos que la estamos pisando, en invierno en la nieve, en primavera en un campo y en septiembre somos los más originales subiendo una historia  o publicación de Instagram con la frase "no quedan días de verano" y la canción de Amaral.  Me refiero a los instagramers anónimos (no a los que se buscan la vida con ello gracias a nosotros), personas normales que de un momento a otro saborean las mieles de la fama cuando descubren que tienen 500, 1000 o 3000 "seguidores".  ¿Cuando se cambió el concepto pasando de &

El abrazo

El abrazo como necesidad, el abrazo es algo más que un gesto o una interacción. Cuando dos cuerpos se abrazan se sincronizan sus energías, uno calma y repara al otro y viceversa. Un abrazo puede solucionarte el día, sobre todo si aparece esa persona para dártelo y demostrarte que aun pudiendo estar en cualquier otra parte o con otros millones de personas, en ese momento te elige a ti y te entrega todo lo que tiene.  A veces, el abrazo de un desconocido, se convierte en el abrazo de tu madre, en el abrazo de una persona que te quiere y te dice: "tranquilo, todo va a ir bien, todo pasa" . Todo depende de cómo se sincronice tu energía con la suya, tal vez sientes que el abrazo es para consolarte a ti, pero la otra persona siente exactamente lo mismo que tú. La vida engancha, y poder disfrutar de esos momentos, te anclan más en este mundo y ratifican que esas necesidades afectivas, de calor y de sentirte especial para alguien bien merecen la pena para ser selectivo a con quien te