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El enamoramiento como camino y aprendizaje : Fusión


¿Quién no se ha sentido enamorado alguna vez? ¿Quién no ha vivido un momento de plenitud emocional ya sea una persona, un lugar o una situación  muy intensa? El sentimiento de “enamoramiento” es algo muy aprendido e introyectado de manera inconsciente gracias al mundo del cine, la literatura, la música…

Todos esos sentimientos experimentados y que nos hacen sentir como en “una experiencia cumbre” y que nos hacen sentir vivos, llenos de energía, alegría y vitalidad, se puede vivir de dos formas muy distintas y polarizadas:

-Como sentimiento vital, como experiencia de autonocimiento y disfrute del momento.

-Como angustia, miedo, nos sentimos vulnerables, frágiles, nos sentimos inferiores “cómo se va a fijar esa persona en mi” al mismo tiempo que “si se fijara en mí que bonito sería”, pasando por altibajos emocionales debido la falta de seguridad al vivirlo (como si quisiéramos “atar” a esa persona a nuestra vida para siempre).

Para poner un poco de orden a todo esto, vamos a analizar en qué consiste el enamoramiento, cómo integrarlo en nuestra vida, como una experiencia vital más y como un camino para aprender a vincularnos con nuestro entorno y sobre todo tomar conciencia de nuestros sentimientos más profundos y emociones.

Vivir el enamoramiento desde la fusión (Eros) y la separación (Ares), este concepto lo aprendí como otras muchas ideas gracias a la sexóloga Fina Sanz, en la que en su libro “Los vínculos amorosos” desarrolla mucho más estos dos conceptos, muy familiares para la mayoría, pero poco entendidos para todos.

A todas luces, el enamoramiento se basa en la fusión, la fusión más o menos intensa de dos personas, dos cuerpos, dos vidas, que en un momento se encuentran y emerge esa energía que nos moviliza y que en muchos casos nos “arrasa”. En este caso voy a hablar de cuando ese enamoramiento, es correspondido (en siguientes entradas os hablaré de cuando no es así).

La fusión sería la máxima expresión de amor, la necesidad de “estar y sentir” al otro es inmensa, estamos todo el día pensando en esa persona, buscando encuentros, la sexualidad se vive como plenitud de fusión (estar uno dentro del otro), lo experimentamos como una sensación de unión, donde desaparece el YO para dejar lugar al otro (recordad esto último, porque volveremos a verlo en otras entradas). Está muy conectado con la idealización y la sobrevaloración de cualquier gesto de la persona amada, incluso con el mimetismo y la sincronicidad de vida, hobbies, horarios y tiempos entre las dos personas.

Una simple llamada de teléfono o un mensaje de texto, puede suponer el mayor gesto de amor que nuestra persona amada puede hacernos a diario.

Para que entendamos mejor la fusión, debemos entenderlo como una conexión como física, espiritual, energética y simbólica.

Hasta ahora todo bien, ¿no?, en la próxima entrada hablaremos de la vivencia de la separación dentro del proceso de enamoramiento, ya que es muy importante que se interioricemos ambas experiencias para poder vivir de manera positiva algo tan bonito como es ENAMORARSE.

Y para no perder la costumbre, y ya que estamos con este tema tan bonito, os dejo otro vídeo muy evocador, de cómo ya podéis adivinar mi grupo favorito Sigur Ros.

También quería mandar un saludo a todas las personas que siguen este blog fuera de España, muchas gracias a todos/as (también a las que leéis desde España y tenéis oportunidad de compartir conmigo vuestras reflexiones en persona), recordaros que estamos en Facebook: Entre-Eros-y-Ares-Blog





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